10.27.2008

Municipales: Problemas de ojo y audición

En las elecciones municipales de ayer, un poco antes del mediodía, unas cinco horas antes de que comenzaran los recuentos, me quedó claro quién ganaría la alcaldía de Santiago.

Siguiendo los despachos radiales supe que, mientras Pablo Zalaquett se encaminaba a una misa en la iglesia de Santa Ana, en la comuna de Santiago,Jaime Ravinet jugaba tenis con su instructor en una de las canchas del Balthus, en la comuna de Vitacura.

Dejemos de lado la cercanía política o religiosa con los personajes. ¿Por quién votaría un habitante de la comuna? ¿Por el candidato que espera los resultados dedicado a una actividad que se asocia a la reflexión en uno de los principales templos de la municipalidad o por el que se entrega a un pasatiempo en una comuna de la ciudad que cultural y socialmente es muy distinta a la suya?

No sé si es soberbia, tontera, indiferencia o flojera. Pero está claro que muchas de las candidaturas de la Concertación carecieron de punch en el día a día, en las calles, en el contacto directo con la vida real de los ciudadanos.

Las elecciones de alcaldes y concejales son lo más democrático de nuestra institucionalidad. Los defectos del sistema binominal no están presentes al repartir los cargos por mayoría simple en el caso de los alcaldes y proporcionalmente en el caso de los concejales. La competencia es real y lo que se premia es la gestión. Por eso, alcaldes que tuvieron pifias en su mandato no fueron reelectos (el caso de Valparaíso, donde al parecer Aldo Cornejo se dejó estar con el trabajo patrimonial en la comuna, es el más emblemático, pero no el único) y los que no dejaron decaer su ritmo de gestión se aseguraron otros cuatro años (los alcaldes de Peñalolén y Maipú, entre ellos).

En algunas de las comunas cedidas por la Concertación, el mérito fue de la Alianza, que supo a quién poner a competir. En Valparaíso, el ganador Jorge Castro (UDI) es un concejal de larga trayectoria que además es conocido por los porteños como "El Negro". En contraste, Cornejo era percibido como una figura distante. En Cerro Navia, ganó el RN Luis Plaza, que fue elegido Concejal el año 2000 y postuló a la alcaldía en 2004.

Plaza es un microempresario metalúrgico de extracción popular y dirigente social ligado a la causa de las enfermedades catastróficas. Llegó a votar con pulseras de santitos, estampas de Padre Hurtado, que le habían reglado sus adherentes y un cuello ortopédico producto de una agresión en el fragor de la camapaña. Celebró su triunfo en una carreta escoltado por cuatro partidarios a caballo.

¿Quién enfrentó a Plaza por la Concertación? Alvaro García, ex ministro y embajador, alumno del Yoga Shala, ligado familiarmente al escándalo de las indemnizaciones de Enap, personalmente al caso Corfo-Inverlink y puesto a competir en una decisión cupular patrocinada por Guido Girardi.

En una actualización de la frase "he escuchado la voz del pueblo", pronunciada por Ricardo Lagos tras no haber ganado la elección presidencial de 1999 en primera vuelta, la Presidenta Bachelet dijo anoche que la Concertación debía "escuchar el rumor de la calle".

El problema es que el rumor de la calle no llega muy fuerte a las cúpulas partidarias que reparten candidaturas con una lógica de preservación del poder por el poder ni al mundo palaciego en que parte de la Concertación parece que cree seguir viviendo y mucho menos a las canchas de tenis en Vitacura.

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