8.01.2012

Trabajo buscan


Me ofrezco para cantar
Los mil colores del tedio
Resplandores aburridos
Lo idéntico de los días

Mis versos podrían hablar
De las existencias mediocres
Sin épica ni heroísmo
Sin tempestades ni gestas
De la casa y de la pega
Del tráfico en las veredas
De tardes en el mall
De fútbol y de cerveza
De inmensos supermercados
De tele por cable y abierta

Sembraré visiones furiosas
Tejeré tapices revueltos
Sobre filas de banco y el Metro
Evocaré conductores tristes
En las horas de atochamiento

Que me paguen con tarjetas
De una casa comercial
Que para el almuerzo pueda
Usar cheque restaurant
No sacaré la vuelta
Y no me pretendo enfermar

A cambio ofrezco el lirismo
De vidas sin variedad
Odas desenfrenadas
Al cobarde y al incapaz
A los millones de humanos
Que nada tras sí dejarán
A los artistas sin obra
A los sin gracia ni sal
A todos aquellos que apenas
Hacen más que respirar

Bien merecemos todos
Unas líneas inspirar
Pasamos sin pena ni gloria
No pedimos mucho más

6.07.2011

Casamiento de Negros Igualitario

Se ha formado un casamiento
entre el Lucho y el Roberto.
Se veían súper minos
Súper dignos y resueltos
Déjenlos vivir su amor
aunque sean del mismo sexo.

1.17.2011

Agenda Valórica: No Hacer Hoy Lo que Se Puede Dejar para Mañana

Como se ha subrayado en distintas tribunas comunicacionales, la partida de Evelyn Matthei y Andrés Allamand del Senado al gabinete ministerial de Sebastián Piñera puede incidir en un retroceso en proyectos legislativos que se inscriben en la llamada "agenda valórica". Matthei dejará de patrocinar el proyecto sobre aborto terapéutico que presentó desde la Cámara Alta junto al Senador PS Fulvio Rossi. Sin Allamand en el poder legislativo, el proyecto sobre vida en común, que normaría la vida en pareja para personas del mismo sexo, tiene una difícil sobrevivencia.

Que el destino de proyectos de ley en estos ámbitos dependa tan fuertemente de apenas dos nombramientos pone de relieve cuán secundarios son estos asuntos en el esquema de las prioridades del sistema político del país. La agenda valórica parece ser una causa que dirigentes y legisladores abrazan como relleno, como guiño electoral a un porcentaje mínimo de la población por si en una de esas resulta decisivo o para matar el tiempo mientras no surge algo mejor. Está claro que en el sistema presidencialista del país, hacerse de un ministerio significa acceder a una plataforma de resonancia mucho mayor que la de un escaño parlamentario. Las promesas de campaña en este sentido tampoco imponen mayores compromisos, pues ignorarlas no ha demostrado acarrear costos de envergadura.

Mirando la historia reciente del país es difícil sostener que la agenda valórica haya inclinando alguna vez la balanza en una elección. Las propuestas de las candidaturas en este plano simplemente no han sido protagonistas del debate ni las campañas. Si están presentes, lo están en la forma de colorinches afiches sobre una diversidad idílica o como anuncios que sus responsables desechan sin mayores consecuencias (las faltas a la palabra o el incumplimiento de compromisos de Piñera en Puerto Viejo, la ANFP y Magallanes han tenido consecuencias mucho mayores que la ambigüedad y desidia con que el gobierno y el oficialismo han enfrentado sus compromisos sobre igualdad entre personas de distintas orientaciones sexuales). Nuestro país es muy distinto en este sentido a Estados Unidos, donde el recurso a disyuntivas valóricas contribuyó en parte a la reelección de George W. Bush en 2004.

Claramente, el sucesor de Andrés Allamand en la senaturía por la 14ª circunscripción, Carlos Larraín, presidente de RN y supernumerario del Opus Dei, no pujará por el proyecto de su antecesor sobre unión conyugal. Esto es previsible, pero no se ha destacado lo suficiente que la llegada de Larraín al sillón de Allamand evidencia que al interior de los partidos la agenda valórica no crea una línea divisoria. Es algo en lo que los dirigentes pueden no estar de acuerdo sin mayores consecuencias, lo que es propio de cualquier tópico que no se considere relevante.

En cuanto a normativas que promuevan mejores derechos para los ciudadanos respecto de su vida familiar y sexual, la única exitosa ha sido la ley de divorcio patrocinada por los entonces diputados DC Mariana Aylwin e Ignacio Walker, cuyo proyecto fue ingresado en 1995 y tuvo una larga tramitación para entrar en vigencia recién en 2004, casi una década después. En ese lapso existía un amplio consenso en torno al anacronismo de no regular el divorcio y al carácter hipócrita del resquicio legal de las nulidades.

Si se asume que las iniciativas valóricas no presentan grandes incentivos para los legisladores y que aquellas que prosperan lo hacen gracias sólo a que existe un consenso amplio en torno a ellas, cabe esperar que estas materias sigan fuera de la agenda política mientras no se aquilate un fuerte consenso social en torno a ellas o cambien importantes determinantes del sistema político chileno como nuestro sistema electoral o la fuerte prevalencia del poder ejecutivo sobre el legislativo. Mientras tanto, seguirá habiendo polémicas y discusiones encendidas, pero no mucho de cambio real.




3.05.2010

Cuánto donar en la Teletón Chile Ayuda a Chile

Junto a Patricio Urzúa, que trabaja conmigo en la radio, calculamos, cuánto debería donar cada familia según su ingreso y número de integrantes para alcanzar la meta de 15 mil millones de pesos.

Ocupamos la Descripción de Grupos Socioeconómicos de Chile para los años 2006-2007 de la empresa Corpa, que tiene la ventaja de que expresa los rangos de ingreso de cada estrato socioeconómico en UF, lo que permite integrar la inflación al cálculo.

Dejamos fuera del cálculo a los estratos socioeconómicos D y E, por sus menores ingresos y porque ahí se produjo la mayor cantidad de damnificados.

Para una población de 15.116.435 habitantes, los estratos ABC1, C2 y C3 representan 6.348.903 personas. El ingreso mínimo familiar de una familia ABC1 es de $1.990.535, calculados según el valor de la UF para el 9 de marzo. El de una familia C2, de $942.885. El de una familia C3, $460.966. Tomando como base la donación de una familia C3, una familia C2 debería donar 2,045 veces más y una familia ABC1, 4,32 veces más.

Hechos los cálculos, si el ingreso mensual de su familia es superior a $1.990.535, debería donar $9701 por cada integrante de su grupo familiar.

Si su ingreso familiar es de entre $942. 885 y $1.990.534, debería donar $1837 por cada miembro de la familia.

Si el ingreso familiar mensual es de entre $460.966 y $942. 884, debería donar $642 por cada miembro de la familia.

Obviamente, trabajamos con estimaciones en ciertos valores y entre todos los grupos socioeconómicos hay damnificados en ciertas zonas del país, pero apostamos a que las donaciones de las empresas compensarán las imprecisiones de este cálculo referencial.