3.21.2005

Calidad de Vida (outtake)

Tiempo atrás escribí este texto para una encuesta de revista Blank sobre qué se entiende por calidad de vida. El tema no se publicó. Aquí va lo que escribí yo:

Mi abuelo Sergio cumplió 90 años en octubre. Ok, sé que el tema es calidad y no cantidad de vida. Pero la pregunta me hace pensar en él. Mi abuelo es un año mayor que Pinochet. No es millonario en dólares y sólo tiene como propiedad un DFL 2 en La Florida. Es jubilado y nunca accedió al poder. Pero creo que vive mejor y duerme mejor que Pinochet.
A mi abuelo le gustan el vino, el sour y las piscolas. Planta sus propias flores y hierbas. Sale a comprar pan fresco todas las tardes. Sólo recorre dos cuadras hasta la panadería, pero es un trayecto largo. Es cierto que, por su edad, camina lento. Pero lo que realmente lo demora son los saludos de los vecinos. “¡Hola Tata! ¿Cómo está Tata? ¿Qué cuenta Tata?”. Hace poco lo invitaron a la inauguración de una carnicería. Mi abuelo ha sido adoptado por el barrio.
No sé muy bien qué es la calidad de vida. Si puede medirse por parámetros objetivos, o sea, si reconocemos que hay una escala que va de mala calidad de vida a buena calidad de vida, no creo que mi abuelo esté en el mejor extremo. Su jubilación es escuálida, no tiene una buena cobertura de salud, de los bienes que se incluyen en el Censo, posee los mínimos. Pero si esto fuese válido, deberíamos aceptar que Pinochet tiene mejor calidad de vida que mi abuelo, cosa que insisto en dudar.
Según otro enfoque muy común, la calidad de vida se trataría más bien de un estado subjetivo ligado a la autorrealización, al cultivo de intereses propios, al grado de conformidad con el trabajo, a la vida afectiva y familiar. Yo creo que a mi abuelo nunca le importó nada de eso. Se casó cuando la gente se casaba para toda la vida. Siempre tuvo el mismo trabajo y me parece que nunca se urgió mucho por realizarse a través de él. Le bastaba con cumplirlo y hacerlo bien.
Le impresionaría saber que hay medios que preguntan qué es la calidad de vida, porque esa es una pregunta para gente que vive en un mundo que ya no es el de él. Y es, pienso, una pregunta necesaria, pero sin una respuesta final. Es la zanahoria que nos hace funcionar, lo que nos recuerda que hoy hay más decisiones en nuestras manos y que cada una de ellas tendrás costos y beneficios para nuestra felicidad.
Si quieres ser un ejecutivo top, lo más probable es que tengas que asumir costos afectivos. Si lo tuyo es hippear y vivir el presente, tienes que asumir que llegará el momento en que envejezcas y probablemente lamentes no haber tomado en serio tus fondos previsionales.
Quizás la calidad de vida no existe. O tal vez sí y sólo te des cuenta de cómo anduvo la tuya cerca del fin de tus años. Pese a que mi mundo es distinto al de mi abuelo, yo quiero terminar como él. Me bastará con que mis vecinos me saluden sonrientes y cariñosos cada tarde, camino a comprar el pan.

1 comentario:

Jorge Saavedra dijo...

Hola Sergio.

Es agradable saber que también interactuas, en términos más cercanos, por este blog...
De alguna u otra forma, he seguido parte de tu evolutiva carrera en los medios.
Igual te recuerdo algo tímido, en esos comentarios musicales de la última etapa del añorable "Dinamo".
Espero que pronto, inviten a jugarse la personal a Daniel o Alejandra de Luna In Caelo.
Si te interesa leer algo de Ficción, Literatura, Música, Cine... Mezclado tenuemente con la realidad, visita:

http://jorgesaavedra.blogspot.com/

Espero te agrade.

Salu2 Cordiales,
Jorge Saavedra Torres.
www.lorelei.cl