3.15.2005

Jefe de Disciplina

Contacto...
Es como el jefe de disciplina del país. El jefe de disciplina era generalmente un tipo perno del curso que no tenía apoyo popular, pero sí la venia de los profesores. Los representaba. Y sapeaba.
La verdad es que Contacto tiene apoyo popular. Lo demuestra el rating. Y sapea cuando no hay mayor riesgo en sapear. Obviamente, la caza de pedófilos rinde frutos en términos de imagen.
Me ralla (¿o raya?) la capacidad técnica y el ingenio de producción de contacto. Se les ocurrió ir tras Schäffer (¿o Schaeffer?). Y pusieron todo para encontrarlo. Viajes a Argentina, periodista encubierto, arriendo de aviones. Toda esa aventura detectivesca llega a darme envidia. Hasta los crespos de Carola Fuentes me dan envidia.
La cosa que me pregunto es qué pasaría si Contacto pusiera toda su maquinaria al servicio de causas más difusas, sin villanos tan fácilmente indentificables. Como investigar la discriminación en Chile: hacia los pobres, hacia los homosexuales, hacia los feos. O los desastres ecológicos. O los alcances del poder empresarial.
Un detalle del programa sobre la captura de Schaeffer: Hay un punto en que se muestra una escuela vecina al refugio del viejo alemán en Tortuguitas. La narración dice algo así como "estos niños ignoran que a metros se esconde un anciano que durante décadas abusó de menores como ellos" o algo así. Bellísimo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

es que bueno, schaefffffer o cómo se escriba, es políticamente correcto perseguirlo y sapearlo, está bien.
Pero me gustaría saber si Meme Ducci se mojaría su frígido potito con un caso como Arauco, y todas las putas empresas que pertenecen a todos los putos empresarios que contaminan, con la misma libertad que Schaeffer tuvo para violar niños, el mundo en que vivimos.

Anónimo dijo...

jajaja, toda la razón, son los dueños de la moral, si chata, biliosa y apocalíptica, es una lástima que gracias a programas como el de "chefer", que tiene cierto valor real -investigaciones no hubiese gastado ese presupuesto en encontrarlo- se avale un periodismo, tan terrorista y telúrico. Hace un tiempo tuve un problema con una amiga de la carola y estuve varios días con la paranoia, de que ella se iba disfrazar para vigilarme o colocar micrófonos y cámaras ocultas o -ahora se- arrendar camionetas y aviones para espiarme, para luego aterrorizar a mis vecinos con un mix de mis trasnoches viendo tele, lecturas de baño y mis cuotas no pagadas en falabella.